Elegir a conciencia
En 18 días los y las colombianas elegiremos
a los gobernadores de 32 departamentos, diputados de las Asambleas
Departamentales, alcaldes y concejales municipales, y ediles de las Juntas
Administradoras Locales. La gran mayoría de los candidatos que vemos hoy en
campaña no resisten una mínima evaluación de idoneidad, pero a veces entre la
mala hierba se oculta la flor.
A mi modo de ver -consciente del lujo
de poder expresarlo con absoluta libertad porque no le debo nada a ningún
partido político, no tengo jefe ni patrón, nadie me paga y puedo seguir mi propia conciencia e intuición y declararme militante de mis
propias ideas y creencias (equivocadas o acertadas pero mías), tenemos tres
opciones en Bogotá. Solo tres opciones para evitar el nefasto continuismo de la
mafia uribista en la capital, la depredación ambiental a la que nos sentenció el
actual alcalde y evitar que la ciudad
siga siendo el botín de sus corruptos gobernantes. Si queremos poner punto
final a una agenda neoliberal, corrupta, excluyente, clasista e ineficaz, a un
modelo de gobierno que privilegia los negocios
particulares sobre el bienestar colectivo y el deber de proteger la vida en
todas sus magníficas expresiones, mejorar las condiciones socioeconómicas,
culturales y ambientales de las personas, motivar a los jóvenes para que puedan
desarrollar sus talentos y conquistar sus sueños, proteger y preservar nuestro
ecosistema, solucionar los problemas de movilidad y de seguridad, erradicar la
represión homicida del ESMAD de las
calles y avanzar en una política de equidad y justicia social como la que propuso
Petro durante su administración con el fin de favorecer sectores históricamente
vulnerables, como los trabajadores independientes, los recicladores, las víctimas,
adictos y habitantes de calle, entre otros, y combatir la injusticia social y la exclusión
política y económica, tenemos que elegir a conciencia, no por amores,
fascinaciones, odios o juicios precipitados. A conciencia, es decir con madurez
política.
Todos los candidatos prometen
maravillas, incluso sabiendo que no podrán cumplirlas; otros lo hacen
convencidos de la viabilidad de su iniciativa pero cuando se enfrentan a la
realidad de la administración pública, con sus normas, controles y amarres, se
dan cuenta que no todo se puede lograr. Por
eso, más allá de sus propuestas, que por supuesto se deben conocer, es importante
considerar al ser humano que habita dentro del candidato o de la candidata, sus
decisiones pasadas, sus aciertos y desaciertos, sus logros y batallas, su
círculo cercano, y los compromisos que le atan a una u otra fuerza política o a
alguna figura pública. Un aspirante que llegue
con cantos de sirena, dibuje pajaritos en el aire y se muestre ansioso por
decir lo que sabe la gente anhela escuchar, no es confiable. Un candidato que
mantenga una sola línea argumental y coherencia a toda prueba es lo ideal en la
contienda política, pero difícil de encontrar; ninguno es ajeno a la
contradicción, la duda, el temor o, incluso, la presión. Muchos son proclives al
devaneo de los medios y la influencia de las opiniones de las mayorías aunque
no siempre sean las más sabias y acertadas, de hecho casi nunca lo son. Pero como es complicado garantizar lo
anterior, resulta más sencillo optar por quien se opone a lo que
definitivamente no queremos para nuestra ciudad o nuestro país.
Ningún alcalde o concejo podrá salvar
a Bogotá. Ninguno (menos cuando los elegidos son políticos en su mayoría). Pero
si podemos pensar en una opción que no nos cueste tanto, que por lo menos sea
capaz de evitar la galopante depredación que hemos padecido durante los últimos
años, y que nos acerque un poco a la ciudad de respeto, justicia, progreso,
seguridad y bienestar que todos anhelamos vivir.
Las tres opciones que veo son: (en orden alfabético):
1. Claudia López (partido
Alianza Verde y el Polo Democrático Alternativo): Para mejorar la movilidad y
la integración de la ciudad propone como prioridad construir el metrocable de
San Cristóbal, desde el Portal del 20 de Julio hasta la zona de Juan Rey, La
flora en San Cristóbal y Usme, y otro en Usaquén. No al Transmilenio por la
carrera Séptima para convertir esta vía en un corredor ecológico que cuente con
un sistema de metro ligero, tranvía o buses eléctricos, según estudios de viabilidad.
Metro si, como eje estructurador del transporte público de Bogotá y la región. Aunque
considera que el metro pesado subterráneo de alta capacidad es la mejor opción
de movilidad, social y urbanística de Bogotá, afirma que respetara los
contratos públicos firmados por la actual administración para no retrasar más
las soluciones de movilidad que necesita Bogotá. Sobre medio ambiente, retoma
la propuesta de Petro de transitar a tecnologías limpias e implementar un plan
de descontaminación y adaptación al
cambio climático. También propone protección del agua y la descontaminación de
las fuentes hídricas, ríos, quebradas, humedales. Sobre seguridad plantea priorizar
la persecución policiva y judicial a las grandes mafias y bandas criminales; y
en Educación garantizar el derecho a la formación integral para toda la
población a lo largo de toda la vida, con educación pública estatal del máximo
nivel de calidad, pertinencia y relevancia, y avanzar hacia la jornada única
con garantías para los profesionales de la educación, infraestructura escolar y
bienestar estudiantil.
Claudia López destapó la
parapolítica, y sus denuncias llevaron a la cárcel a más de 30 congresistas
vinculados con grupos paramilitares, despojo, corrupción y masacres. Como congresista
defendió los derechos de la comunidad LGTBI y se convirtió en abanderada en la
lucha contra la corrupción.
2. Hollman Morris (Colombia
Humana y Unión Patriótica): Realizar el Metro subterráneo y con el apoyo de la
gobernación de Cundinamarca y la Nación promover la construcción del tren de
cercanías del norte. Propone una
política pública de protección de fuentes de agua, y defender, proteger y
conservar tanto la Reserva Van Der Hammen -convertida en el principal pulmón de
la ciudad- como los cerros orientales. Tecnología y capacitación humana al
servicio de la seguridad ciudadana, y para la erradicación de redes de microtráfico.
Inclusión social y más oportunidades como una forma de lucha contra el crimen. En
educación propone un sistema integral de educación superior pública y gratuita
con mayor cobertura en los niveles técnico, tecnológico y universitario, con
fortalecimiento de la Universidad Distrital, para la cual se construirá un
nuevo Campus Universitario.
Propone la defensa de lo público,
profundización de la democracia, el ejercicio de derechos, paz con justicia
social y participación incidente. La lucha contra la corrupción está en la base
de la construcción de democracia y del fortalecimiento de lo público. Fortalecer
el control social en una doble vía, reconociendo un papel más claro y eficaz a
los mecanismos de veeduría y control ciudadano y exigiendo ejercicios de
rendición de cuentas de las entidades distritales y las alcaldías locales, de
tipo preventivo y de seguimiento. Establecer mecanismos de transparencia en los
procesos de contratación de las grandes obras, con información abierta y
accesible. Recuperar la ETB de la mano de sus trabajadores y fortalecer la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. Las empresas del distrito
serán motores de la economía nacional.
Hollman fue uno de los primeros
periodistas que enseñó a través de su programa Contravía, la dura realidad del
conflicto colombiano, y de las comunidades sometidas por las armas, los
violentos, y el abandono del Estado. En 2011 presentó el largometraje "Impunity",
sobre las víctimas de los paramilitares en Colombia, con el cual obtuvo varios
reconocimientos en festivales internacionales, y en Colombia varias amenazas. Fue
gerente de Canal Capital, y con su gestión aumentó su calidad en sus
producciones, la inversión, cuadruplicó la audiencia y fortaleció la televisión
pública. No se presentaron desfalcos ni hechos de corrupción. Demostró que sabe
administrar recursos públicos.
3. Voto
en blanco: Si logra ser mayoría, se llamaría a nuevas elecciones con otros candidatos. En
algunos municipios del país ha sucedido en el pasado. Nunca en grandes ciudades
o capitales departamentales. El voto en blanco, gané o no, es una acción
política que expresa hastío e inconformidad con todos los postulantes y los
partidos. Es un forma de protesta cívica contra la degradación de la democracia,
la corrupción de los partidos, la baja calidad de los aspirantes y los malos
gobierno.
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