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Mostrando entradas de junio, 2019

Déjà vu, engaño y manipulación

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(Legalizar o legalizar) El reciente debate que suscitó el fallo de la Corte Constitucional en relación con el consumo de drogas y alcohol en espacios públicos no tiene mayores opciones de prosperar ni de construir un consenso saludable en términos políticos, sociales ni democráticos; al menos no como inicialmente fue planteado porque no es serio, profundo ni siquiera real y a la larga tampoco puede considerarse un debate por tres razones: 1. No va al fondo del problema ni lo plantea desde una perspectiva lógica; 2. Se presenta como excusa para generar animadversión hacía las altas cortes; y 3. No confronta argumentos sólidos que permitan entablar una mínima discusión. La sensación que queda luego de observar las reacciones que el fallo generó en las filas del uribismo y sectores afines, es que se han quedado sin agenda política y norte programático; por eso cualquier tema les funciona para arremeter sin reflexión en aras de impulsar sus campañas electorales a través de la ind

Un giro hacia la decencia

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Cuando un pueblo sin esperanza elige, una vez tras otra, a sus propios verdugos para legislar y gobernar es porque el país ha permitido que el cáncer de la corrupción y el desamor lo contaminen, porque ha perdido arraigo y tolera como cosa natural la existencia de un estado toxico, violento, desigual y sin visión de futuro ni de país. La muestra más fehaciente es lo que acaba de suceder en el congreso de Colombia, donde los llamados a representar los intereses nacionales, terminaron por hundir tres importantes proyectos de ley que afectan tanto la calidad de vida de las personas como la democracia misma. Con el hundimiento del proyecto que pedía abolir la casa por cárcel para los servidores y ex-servidores públicos condenados por delitos de corrupción -petición que también fue incluida en la exitosa y fallida consulta anticorrupción de agosto de 2018- los congresistas dieron luz verde a la corrupción, la misma que les permitió a varios de ellos llegar al parlamento para

Todo por la paz

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Todo por la paz “La paz más injusta es siempre preferible a la más justa de las guerras”. Erasmo de Róterdam La mayoría de las veces cuando voy por la calle observo a las personas que caminan a mi lado y avanzan en distintas direcciones, y concluyo -casi con certeza- que a la inmensa mayoría de ellas la paz no les interesa en lo absoluto, no les dice nada, no las motiva ni las convence.   Algunas se limitan a repetir lo que dicen los políticos y la gran prensa, critican el proceso de paz suscrito por el gobierno Santos a nombre del Estado colombiano con las FARC sin detenerse a evaluar su contenido ni los enormes progresos que se derivaron con su firma; solo copian enconados discursos sin atreverse a sospechar siquiera los intereses que los motivan. Hay otros que ni eso, que ni le asignan una intención de pensamiento   porque para ellos la paz no es nada, no traduce imagen ni creencia razonable. Pero también hay un amplio segmento de país que si anhela la paz, que se esf

¡Colombia no soporta más Uribe en su historia!

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Por favor firma la petición: ¡Colombia no soporta más Uribe en su historia!    En 2012 la Fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, declaró que Colombia seguiría siendo objeto de examen preliminar porque habían "bases razonables para creer que los falsos positivos fueron una política de Estado" bajo los gobiernos de Uribe Vélez. "Estos asesinatos, cometidos para aumentar los índices de éxito militar, podrían considerarse crímenes de lesa humanidad; dichos actos también pueden ser catalogados como crímenes de guerra", concluyó en su informe.  Han transcurrido siete años desde entonces; se cuenta con nuevo material probatorio, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) viene recibiendo graves denuncias de militares, periodistas y víctimas que advierten que el patrón criminal de las ejecuciones extrajudiciales se sostiene y se replica en absoluta impunidad (incluso su actual promotor al interior de las Fuerzas Militares, el general Nicacio Martínez, pese a la