¡Vamos a la calle a protestar, no a festejar!
Vamos el 21
a la calle, el 22, el 23 y todos los días que sean necesarios para lograr que cambie.
la historia de Colombia.
El país va
mal, la crisis social es real y la propuesta del presidente Duque es
profundizarla y hacer insalvable el abismo de la desigualdad social que nos
convierte en uno de los países más injustos del mundo y con la peores
condiciones para trabajar.
No salimos
a la calle a festejar ni a bailar ni a formar
una gran fiesta masiva y callejera que nos confirme que Colombia es el
segundo país más feliz del planeta. No. Caminaremos unidos en nuestra
inconformidad en una jornada de conciencia y de protesta, reclamando derechos,
justicia, dignidad y calidad de vida para todos, y rechazando los crímenes de
Estado, la corrupción y la inequidad.
Marcharemos
por una una democracia real porque nos casamos de vivir en plutocracia. Por la
realización del Estado social de derecho que ordena la Constitución, por
garantías plenas para la participación política, por bienestar social,
educación gratuita de calidad, salud como derecho y no como negocio, por
trabajos bien remunerados y con garantías laborales, por una mayor equidad
salarial y en la distribución de la riqueza, por justicia social, por pensiones
decorosas y justas para todos, incluyendo a los y las trabajadoras
independientes y "free
lance". Vamos a la calle a rechazar
el creciente desempleo y la falsedad en las cifras oficiales, la obligación de
pagar EPS y pensión a un fondo privado para poder reclamar el salario mensual.
Marcharemos
también contra la miseria en un país rico donde el 2% es dueño de 97% de la
riqueza, medio país es pobre y poco más de ocho millones de personas viven en
la indigencia. Vamos contra la corrupción y los carteles de la contratación, contra
los políticos corruptos que se reeligen cada cuatro años y solo llegan a robar,
a sancionar o legislar en beneficio de sus socios y financiadores de campaña. Vamos
contra el alza en los servicios públicos, el IVA, el predial, el combustible, el
transporte público y la canasta familiar.
Vamos contra
la deforestación de la amazonia, la muerte de páramos y nevados, el tráfico de
licencias ambientales, la entrega de nuestro patrimonio a las multinacionales
extranjeras que destruyen nuestros recursos naturales y envenenan nuestra agua;
contra la desprotección de nuestra fauna y flora, la tala indiscriminada y la
intención del actual alcalde de Bogotá de pavimentar nuestras reservas
ambientales y entregar cerros y bienes estatales a particulares. Vamos contra
el maltrato animal, la desprotección de perros y gatos sin hogar y la impunidad
en los crímenes contra la vida ambiental y los ecocidios.
Vamos por un
real progreso humano sostenible, por una flota pesquera y una mercante
eficaces, por inversión y desarrollo en la infraestructura vial, por metros y
trenes que mejoren la movilidad, por apoyo y defensa de la Universidad pública,
fomento a la investigación científica, apoyo a los artistas, escritores y
deportistas, facilidades para acceder a cursos de posgrado y doctorados y por
el respeto y la justicia salarial de maestros y docentes.
Vamos por
justicia y libertad para todos los presos políticos, contra los “falsos
judiciales”, por el debido proceso y la libertad de todos los estudiantes
injustamente detenidos, entre ellos los acusados falsamente de haber puesto la
bomba en el Centro Comercial Andino. Por el derecho de los estudiantes a gozar
de ambientes seguros en sus universidades, con instalaciones adecuadas, con
libertad de pensamiento, sin acoso, vigilancia ni filtración de agentes del
Estado incitando a delinquir ni enviados de la guerrilla a reclutar.
Vamos a la
calle a rechazar las ejecuciones extrajudiciales conocidas como “Falsos
Positivos”, contra los crímenes de guerra y de lesa humanidad, contra los
montajes militares y sus alianzas con grupos narcoparamilitares, contra el
sistemático asesinato de líderes y lideresas sociales, campesinos, defensores
de derechos humanos, sindicalistas y desmovilizados de la guerrilla, contra el
etnocidio y la impunidad.
Porque no queremos
más niños y niñas maltratados, violados, mutilados, reclutados a la fuerza,
abandonados ni masacrados. ¡No más menores fusilados y bombardeados por la
fuerza pública!.
Por respeto
y cumplimiento TOTAL del Acuerdo de Paz firmado por el Estado colombiano y la
guerrilla de las FARC, porque exigimos que se garanticen las curules para las
víctimas en el Congreso, por avances en los diálogos de paz con el ELN y muestras de real voluntad política de ambas
partes, por el desmantelamiento de las estructuras narcoparamilitares y su
andamiaje financiero. Porque Uribe y su secta de maleantes sean procesados y
enjuiciados. Porque los dineros públicos no se pierdan, no se malversen ni se
ocupen en costosos esquemas de seguridad para políticos corruptos y mafiosos
mientras los lideres sociales se encuentran en absoluta vulnerabilidad en sus
regiones.
Porque
Colombia merece vivir en PAZ y ser más que una “republiqueta” de traquetos
ignorantes, prepagos, políticos bribones, mafiosos en el congreso y un
subpresidente que tiene amo, gobierna para las élites, recorta libertades
ciudadanas y avances democráticos en su afán por anular la división de poderes e
imponer una brutal tiranía.
Por una
política decente,
Por una
justicia independiente y valiente,
Por un país
con educación, salud, salarios dignos, justo, respetuoso y solidario...
Por la
libertad de los presos políticos y condena ejemplar a los políticos
corruptos...
Porque
merecemos vivir sin miedo, con libertad y en un país donde nuestros mejores y
más hermosos sueños puedan ser realidad...
Por eso y
más marcho el 21 de noviembre. Y digo: ¡BASTA YA!
El 21
PARO... POR UNA NUEVA COLOMBIA.
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