La toma y retoma del Palacio de Justicia, una herida abierta en la conciencia nacional
Hace 37 años, mientras el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro era torturado en un batallón militar, el “Comando Iván Marino Ospina” de la guerrilla M-19, lanzaba la ‘Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre’ en la toma del Palacio de Justicia. La certeza era que el gobierno respetaría la vida del llamado “bastión moral” del país, aceptaría un juicio público al mandatario y el reinició de los traicionados Diálogos de Paz, con los magistrados como garantes y testigos de la creación de un gabinete para la Paz. La operación fue una violenta acción político militar, parte de una ofensiva armada lanzada por la comandancia del Eme como respuesta a la traición de los Acuerdos de Paz, que en el marco del proceso de Dialogo Nacional habían firmado delegados del Gobierno Nacional con la cúpula guerrillera en El Hobo, Medellín y Corinto, Cauca (pese a que poco antes de la firma, el comandante Carlos Pizarro fue emboscado y herido junto a su compañera). Belisa...